jueves, 28 de julio de 2011

Pide un Deseo - "Otra inútil canción para la Paz"

Ojala todo pudiera consistir en un deseo, que el silencio no enmascarase la mentira, así la verdad sería la más absoluta triunfadora, encogiendo en un suspiro, el amargo sabor de una derrota, que no consigue amargarme, ya he sido compañero del fracaso. ¿Qué hacemos buscando en el interior de nuestro ombligo? No busques en la oscuridad de ese terrible agujero, sin fijarte en ese frio aislamiento sin horizonte, no te dejes vencer de la indiferencia, por ignorar los miedos e inseguridades que nos ofrece el viento, simplemente por ver cómo te crece el pelo.
               
Ojala me dejaran cumplir un deseo, donde todos pudiéramos mirar el mismo cielo, y cada día, con estricta igualdad, marcada por una nueva sabiduría de la naturaleza, que el hombre no pudiera manipular, recibiéramos a través de un devenir invisible, esa dosis de droga necesaria, aunque fuera puro veneno, pero que uniformemente hiciera, entre todos, y solo con respirar, que entrara bien dentro, tan fácil, al inhalar, y así, pudiéramos conseguir un mundo mucho más ameno.

Ojala soñara todas las noches con un deseo, si pudiéramos olvidarnos de símbolos absurdos y promesas incompletas, esos que se utilizan para intentar unir, pero que al final, consiguen distanciar sin remedio, unos de los otros, que no utilizáramos nunca mensajes vacios sin mirar al corazón, a tu corazón, al de enfrente, al de cualquiera, y a lomos de la paloma, la mensajera, pudiéramos huir del frio que nos separa, para buscar en tus ojos, el calor de las personas, en esas pupilas derretidas, que al sentir tiemblan para expresar, lo que de otra manera no pueden contar.

Ojala pudiera gritar ese deseo, con una rabia sin medida, viajaría, si, hacia esa fuerza contenida, gritaría, después, te susurraría, y despacio, el fluir sacaría todo ese odio de dentro, como la luz que penetra en aquella emoción, imagina, la pureza del niño que sueña su ilusión, para poder conseguir el objetivo, moverlo solo un milímetro, pero, desde dentro, cambiaría este mundo tan feo. Después, podría respirar, te podría decir, sin más, que estoy aquí, en contra de todo, de todo eso, y tú sabrías que, desde dentro, quiero cambiarlo.

Tú, perpleja, me miras, y me dices, “anda calla, anda, y pide un deseo”.

jueves, 21 de julio de 2011

Punto de Partida.

En Zaragoza, las ocho y media de la mañana, voy a correr, por ver despertar esta ciudad, mientras, me encuentro solo, yo y el aire, entra en mi, purifica esta sensación de angustia, baña con una agradable sensación de frescura, toda esta telaraña de cambios que me abruma,  para adentrarme en la teoría del caos, mi particular “Efecto Mariposa”.


Aquí, de la mano de una gran amistad, elevada al peldaño del respeto, y del cariño, voy a conocer a gente muy especial, (SMSS), que me transportan a un proyecto de ilusión, por proporcionar, a través de un rio de gratitud humana, a gente como nosotros, pero diferentes a nosotros, que viven en las sombras de otra cultura, una luz de posibilidades, reales y determinadas, en un mar de  probabilidades inciertas.


Empiezo a ser consciente, de una imposición, la oportunidad de ser quien soy, a través de esta nueva experiencia, que mi interior, añora como definición de una añoranza, bajo sospecha del destino, que me provoca, a pesar de todo lo demás, como este punto de inflexión, ese que siempre esperas llegar, para olvidar las lagrimas, de la desilusión y la desesperanza, que un día inundaban tus sueños, como un hilo conductor, al que no puedes decir que no.

Estamos, en un nuevo punto de partida, bajo la pancarta de salida, me exige retomar, como reto personal, una deuda pendiente, que llama a mi puerta, en otro idioma, y abrir los horizontes, para liberarme de prejuicios, con nuevos conocimientos, de otra cultura, que desbordan el patrón, de un día en la vida occidental, para bucear, en otra cultura milenaria, que algunos quieren olvidar, y otros queremos mostrar.


Quiero empaparme de su espiritualidad, deseo soñar que algo se puede cambiar, si decides ayudar, sin nada esperar, puedes llegar a amar, por favor, déjame soñar. No disfraces tus mentiras, no solapes tus posibilidades, libérate, sin más, de las dudas, y de todo lo demás, porque te quiero encontrar, para que me lo puedas demostrar, que es verdad, que se puede amar.


Bajo la marea, de una vida acomodada, ambos, asumimos, esta gran responsabilidad, de ayudar, a la vez que conocer, el mundo de “esa mujer”. Ya puedo imaginar,  mi emoción por empatizar, descubrir entre miedos, la sonrisa, a través de sus ojos. Un objetivo, ayudar, al compartir, por su información, y nuestra deducción, en sus vidas, un negocio para subsistir, y nuestra energía, en estos días, como un pequeño granito de arena, para construir, una manera de vivir, con un microcrédito, por aconsejar, y analizar.


India, nos espera, Orissa, durante trece días.